Esta semana el ministro de Hacienda tuvo la osadía y la obligación ética de volver a anunciar el esbozo de lo que será la nueva reforma tributaria. Contra todos los pronósticos, el gobierno se la vuelve a jugar a pesar de que lo fácil -pero altamente irresponsable- era dejarle el problema al siguiente mandatario y tratar de terminar el cuatrienio con más pena que gloria.
El gobierno del presidente Duque acaba de expedir el Decreto 688 de 2021, por medio del cual los empleadores que contraten jóvenes entre 18 y 28 años recibirán el 25 % de un salario mínimo mensual para subsidiar esas contrataciones.
Esa norma podría convertirse en un verdadero hito histórico en la generación de nuevas plazas de empleo para los autoproclamados “indignados” o “ninis” (personas que no estudian, ni trabajan), sin embargo, esa gran noticia pasó inadvertida; sin pena, ni gloria.
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